Este fin de semana del 29 y 30/03/2014 tuvo lugar la 6ª ruta de la temporada del Grupo de Senderismo Claret. En esta ocasión, y por primera vez en la historia del Grupo, hicimos una ruta de dos días con acampada incluida, con un total de 23 participantes. La primera etapa del ruta nos llevó desde Artenara hasta el Campamento de Tamadaba, donde hicimos noche, y desde donde partimos al día siguiente domingo rumbo a San Pedro, en el Valle de Agaete, por la ruta de la Presa de Los Pérez.
Como es habitual nos vimos el sábado a partir de las 08:30h en el aparcamiento de la sección de Tamaraceite. Tras cargar todos los bártulos de la acampada en el furgón que la organización dispuso para tal efecto, partimos a las 09:00h en guagua hacia Artenara acompañados como siempre por la buena conversación y algún que otro chiste. Llegamos a Artenara sobre las 10:20h con una temperatura bastante fresquita y un cielo cubierto de nubes, iniciando el camino 10 minutos más tarde.
Recorrimos el camino con tranquilidad, disfrutando principalmente de la compañía porque poco pudimos hacerlo de las vistas, ya que las nubes decidieron rodearnos cariñosamente al poco de empezar acompañándonos prácticamente todo el recorrido. Con las habituales paradas de reagrupamiento y frutita, y entre interesantes conversaciones, "fantásticos" chistes y canciones "número uno", dejamos atrás los principales hitos del camino, como el cruce de Acusa y Altavista o la entrada a la Finca de Tirma y llegamos, sin más contratiempos, al pie de la Montaña de la Bandera, donde almorzamos. Tras el reconfortante tentenpie, la mayoría de los niños continuaron en coche hasta el campamento, mientras que los adultos y dos valientes infantes llegamos por fin a nuestro destino de ese día, las instalaciones del Campamento de Tamadaba, tras 4,5 horas de camino y 8,5km de recorrido.
Tras un merecido descanso, iniciamos la instalación de nuestras casetas y nos preparamos para disfrutar de una tarde y noche en buena compañía, entre anécdotas, juegos, fuego en la chimenea, pases de modelos, algún loco que se duchó y la preparación de la cena. Tras la opípara cena de los reconocidos chef Josepe y Carmen, nos aventuramos en la terriblemente oscura noche en busca de la Cueva del Guanche, estrellas y gamusinos con, debemos decirlo, más bien poco éxito. Hasta que, rendidos por las emociones de día, nos dirijimos a nuestros temporales aposentos para disfrutar de un merecido descanso rodeados por el sonido del viento en las ramas de los pinos, las gotas de lluvia contra las casetas y el arrullo impagabale e incomparable de algún roncador autoctono.
Ya en la mañanita del día siguiente, nos despertamos con una animada banda sonora y cuerpo de baile que nos hizo levantarnos de un humor excelente (más o menos). Tras asearnos un poquito, iniciamos la recogida de nuestro pequeño campamento en lo que se preparaba el desayuno. Tras disfrutar de un sencillo pero delicioso desayuno, finalizamos la recogida e iniciamos la ruta de la segunda etapa a las 10:20h con un día sin nubes realmente precioso. De nuevo los adultos y los dos valientes infantes del día anterior nos dirigimos caminando hacia la Degollada del Humo, punto en el nos reunimos con el resto de los niños que llegaron hasta allí en coche ahorrándoles el tramo de subida más duro del día. Merece destacarse especialmente este tramo del camino, que discurre por uno de los pinares naturales más antiguos de Gran Canaria, frondoso, húmedo, con numerosas pequeñas corrientes de agua.
Desde la Degollada del Humo, el grupo al completo iniciamos el descenso hacia la Presa de los Pérez. En este tramo, la nube nos volvió a rodear a rato con todo su cariño, aunque al poco tiempo nos despedimos de ella por el resto del día y volvimos a disfrutar de un día despejado y soleado, que solo podríamos describir como Fantastic Shine. Atravesando distintos pisos de vegetación, y con unas vistas magníficas de toda la parte central de la cumbre de la isla, llegamos al muro de la presa donde volvimos a encontrarnos con el equipo de apoyo y tomamos un pequeño refrigerio. En este punto, la mayoría de los niños siguieron en coche, dirigiéndonos el resto del grupo hacia los caseríos de El Hornillo y El Sao, ejemplos impresionantes de las tradiciones, ingenio y condiciones de vida de nuestros ancestros. Si como guirres vivís... En El Sao tuvimos algunas bajas adultas, por cansancio y alguna que otra pequeña lesión, que continuaron en el coche de apoyo, mientras que el resto continuamos el descenso hacia Los Berrazales y el Valle de Agaete. Y por fin, con algún que otro sufrimiento, y entre frutales y cafetos, alcanzamos el Valle e iniciamos el último tramo que nos condujo hasta la zona recreativa de San Pedro, después de casi 6 horas de camino y 14km de recorrido.
Y allí finalizamos el fin de semana disfrutando de una magnífica paella de mar y monte del reputado maese Josepe, que nos iluminó hasta el alma. Con el cuerpo repuesto nos subimos a la guagua que nos condujo, de nuevo entre chistes, anécdotas y canciones, hasta el Colegio, donde nos despedimos hasta la siguiente ruta con cansancio en el cuerpo pero una amplia sonrisa en la cara, el espejo del alma.
Puedes ver la memoria gráfica de la ruta en estos enlaces: Dani, Alejandro día1, Alejandro día2, Luis.
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